miércoles, 25 de julio de 2012

Como fortalecer el autoestima en los niños con apoyo de los profesores

Efectos positivos de una buena autoestima en los niños

Un niño con una buena autoestima podrá experimentar sus efectos positivos: la confianza el ánimo, el interés y el placer de aprender y de realizar sueños. Es necesario que sea edificada y construída desde que el niño sea apenas un bebe. El afecto y el cariño entre el recién nacido y sus padres pueden ser considerados una guía de la autoestima. El bebé debe sentirse querido y abrazado por lo que es. Por eso, en el caso de que tu bebé haya nacido con alguna anomalía o deformación física evita para que él no sienta tu preocupación. Acércate aún más a él.
El niño que no siente que es valorado por sus padres puede desarrollar el miedo de ser abandonado. Lo mismo se debe hacer, por ejemplo, cuando el niño, en la escuela, es etiquetado como el malo, el trasto, el impertinente, y lo único que hacen, compañeros y alumnos, es dejarle de lado, discriminarle, haciéndole sentir marginado y rechazado por todos. Esta postura no le ayudará en absoluto, creando una baja autoestima en el niño que, en poco tiempo, podrá llevarle al fracaso escolar.

miércoles, 18 de julio de 2012


IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA EN LOS NIÑOS
En un niño, es de importancia crucial descubrir su potencial y ayudar con mesura a formar su estructura.
Cada niño es único e irrepetible y está pre programado para aprender con facilidad ciertas habilidades específicas más que otras, que seguramente resultarán más de su agrado.
Es muy importante que la familia incentive las capacidades innatas de los niños y los aliente a practicarlas desde la más tierna infancia. Esta condición les permitirá tener más confianza y sentirse más seguros en un mundo competitivo y de gran diversidad donde no se podrán insertar adecuadamente si no se conocen bien a sí mismos.
Los prejuicios pueden influenciar a un niño a desarrollarse según las expectativas e intereses de los padres, y este factor es la condición necesaria para generar frustración y disminuir la autoestima al no poder obtener esos logros.
Nadie se puede destacar imitando a otro y sólo se puede lograr el equilibrio y la realización personal actuando con creatividad y atendiendo a las propias aptitudes y preferencias, porque ser capaz de realizar bien una tarea aumenta tanto la confianza como la autoestima.
La autoestima de un niño comienza con el embarazo de su madre, si es un hijo deseado o no deseado, porque el rechazo materno se intuye antes de nacer.
La aceptación del nacimiento de un niño, de su sexo, y de todas sus características y condiciones personales es un elemento muy importante para la futura autoestima.
Los defectos físicos, las enfermedades, las discapacidades afectan la autoestima pero puede revertirse esta situación si es vivida con naturalidad, aceptando las carencias y dando relevancia a otros atributos que pueden compensar el desarrollo, muchas veces con creces.
La baja autoestima es la característica de personas de carácter lábil, inseguras, pendientes del entorno, que prefieren parecerse a otros para sentirse bien y no tienen el coraje de diferenciarse.
El amor de los padres tiene que ser expresado con palabras para favorecer su autoestima ya que todo niño debe conocer su opinión con respecto a él y recibir su aprobación o desaprobación cuando corresponda.
El reconocimiento de los valores le permite a un niño construir su autoestima como un parámetro para juzgar sus propias actitudes y tener sentido de las prioridades.
El sentido de la prioridad permite a una persona darle importancia justa a cada cosa, no identificarse con los objetos y no dejarse vencer por las pérdidas.
Los discapacitados motrices solamente son capaces de superarse a sí mismos y trascender sus propias limitaciones, recién cuando aprenden a aceptarse a sí mismo con esas condiciones.
Con respecto al esquema corporal, es mejor para el desarrollo de la autoestima de un niño evitar las comparaciones.
“Tienes las orejas grandes como tu abuelo, eres petiso como tu padre, hablas como tu hermano, te pareces a tu madre, etc.”; frases que tienen una intención de equiparar a un niño con los aspectos que se consideran negativos de su familia.
Es cierto que heredamos rasgos de nuestros familiares pero no es necesario señalarlos despectivamente, ni siquiera en broma, como se hace habitualmente, sin saber el daño que ocasionan.
Un niño es una esponja y absorbe todas las críticas familiares, sin posibilidades de reaccionar adecuadamente, llegando a convencerse de lo que piensan los demás alterando la imagen que tiene de sí mismo.
El odio y el desprecio de uno mismo, es la consecuencia de la baja autoestima que se suele proyectar hacia los demás por medio de la violencia.
La baja autoestima es una característica de la personalidad depresiva y es un síntoma de la depresión, enfermedad que puede llevar al suicidio.




 UN NIÑO RECONOCIENDOSE EN EL ESPEJO, CON LA CARACTERIZACIÓN  DE ESA EDAD,  POR LA CURIOSIDAD.

miércoles, 11 de julio de 2012


PAUTAS PARA FORTALECER EL AUTOESTIMA EN LA PRIMERA INFANCIA

La autoestima es la manera como cada persona se percibe a sí misma. En los niños, el concepto de amor propio se forma a partir de las relaciones que establecen con otros, dinámica que se inicia desde que la madre interactúa con su bebé en el embarazo. “Todo niño se valora a sí mismo tal como ha sido valorado desde que es gestado (…). Luego, la visión que tiene de sí mismo es el resultado de una corriente de imágenes que llega de muchas fuentes”, explica María Carolina Sánchez Thorin, sicoterapeuta de familia y niños.

De acuerdo con la especialista, dichas fuentes son: el trato que recibe de los demás, el dominio físico que ejerce sobre su persona, el grado de realización en las áreas que son importantes para él y la forma en que se ve y se define a sí mismo, es decir, su identidad.

Estrategias positivas
Según Sánchez, un niño necesita contar con varios elementos en su vida para tener una buena autoestima. En primer lugar, demanda seguridad física, es decir, debe tener la certeza de que lo protegen y de que no está en riesgo de que le suceda algo malo físicamente. Otro aspecto fundamental es la seguridad emocional, la cual depende de la actitud que asuman los padres frente a los sentimientos del niño. “Esto significa que si está feliz, se debe alabar su felicidad y si está triste hay que acompañarlo en su dolor”, añade la especialista.
De igual manera, es pertinente fomentar el sentido de pertenencia y el de competencia para que el infante sienta que es capaz de desempeñarse con éxito en determinadas tareas. “No se trata de decirle que todo lo que hace está bien (…). Más bien, hay que ayudarlo a que siempre vea las oportunidades como posibilidades para mejorar cada vez más, explicándole que lo importante no es el resultado final sino el camino que se recorre en el aprendizaje”, afirma la sicóloga Natalia Liévano Bahamón.
El afecto es otra herramienta significativa. “Las caricias nunca sobran. Además, hay que decirles que los amamos tal como son. El amor incondicional es el mejor antídoto contra la baja autoestima”, dice la especialista.


Aspectos claves para tener en cuenta
- La identidad es un factor elemental para la construcción de la autoestima, la cual se establece sobre la autoconfianza que tiene el niño desde bebé. Esta la proporcionan los papás y las figuras de apego del menor.
- Es clave enseñarle al niño a resolver conflictos y a tener autonomía en la toma de decisiones para que se forme un criterio propio. Mientras aprende, se debe evitar pronunciar comentarios o adjetivos que enjuicien o sean negativos.
- Si el pequeño comete una falta, es conveniente criticar su acción, mas no al menor, pues no es lo mismo decirle ‘eres necio’ a ‘lo que estás haciendo, sino usando un lenguaje apropiado de acuerdo a su esdad.